Los cerdos, dependiendo de su categoría, se crían en el campo y se alimentan de bellotas y pastos y piensos vegetales. El ejercicio que realizan a gran altitud se ve reflejado en la carne y en las betas blancas de la grasa.
Grasa que es considerada una de sus mayores virtudes, ya que está compuesta de ácidos grasos monosaturados que aportan propiedades saludables a los niños y adultos. Además, carece de hidratos de carbono, dipone de una lato valor proteíco, calcio, magnesio, zinc, hierro, fósforo y vitaminas del grupo B.
Entre los múltiples beneficios del jamón ibérico destacan:
- Prevención de la obesidad gracias a los ácidos monosaturados.
- Aportación de vitaminas y nutrientes.
- Reducción de riesgos de infartos y demás enfernedades coronarias.
- Crea colesterol «bueno» y reduce el «malo» gracias al ácido oleíco.
- Las vitaminas, hierro y zinc que aporta, mejora la prevención de la capacidad cognitiva.
- Retrasa en envejecimiuento.
- Evita la aparcición de artioesclerosis.
- Es adecuado para mejorar las actividades mentales.
- El zinc fortalece el sistema inmune y aumenta la agudeza en los sentidos del gusto, el olfato y facilita la curación de heridas y quemaduras.